Melatonina
La melatonina es una hormona que interviene en el ciclo natural del sueño. Algunas investigaciones sugieren que los suplementos de melatonina pueden ser útiles para tratar los trastornos del sueño, como la fase de sueño retrasada, y para proporcionar un poco de alivio del insomnio y del desfase horario.
Se descubrió inicialmente como un producto de la glándula pineal, aunque sabemos hoy en día que es producida ubicuamente en el organismo. Entre los lugares de producción extrapineal de melatonina están, entre otros, la retina, timo, intestino, hígado, cerebro, músculo esquelético y cardíaco, células del sistema inmune, ovario, testículo y la piel.
El papel de la glándula pineal es producir melatonina de forma cíclica, generando un ritmo circadiano de la hormona con un pico nocturno que sincroniza a su vez otros ritmos endocrinos y no endocrinos, como el ritmo sueño-vigilia, la actividad antioxidante, y la respuesta de la inmunidad innata del organismo.
La producción de melatonina disminuye con la edad, siendo significativa esta disminución a partir de los 40 años.
Esta hormona presenta una serie de acciones no hormonales, que incluyen su actividad antioxidante, antiinflamatoria, y depuradora de radicales libres. La melatonina es el más importante componente del sistema antioxidante del organismo y mantiene la homeostasis redox de la célula. Presenta una alta capacidad para depurar radicales hidroxilo y peroxinitritos, así como también anión superóxido, peróxido de hidrogeno, y NO, protegiendo la célula del ataque de dichos radicales libres.
La ventaja de la melatonina como antioxidante es triple: es una molécula muy lipofílica, alcanzando todas las estructuras intracelulares y protegiéndolas del ataque oxidativo; depura radicales libres y aumenta el GSH, necesario para el equilibrio redox de la célula y, a través de un efecto genómico, aumenta la expresión (y actividad) de la glutation reductasa y peroxidasa.
Por otro lado, reduce la expresión y actividad de la i-mtNOS, reduciendo significativamente los niveles mitocondriales de NO, normalizando la actividad de la CTE y producción de ATP. Estos ejemplos de la eficacia antioxidante y antiinflamatoria de la melatonina son la base de su utilidad clínica.
La melatonina también protege frente al daño oxidativo inducido por una gran variedad de agentes y situaciones productores de radicales libres como el carcinógeno safrol, la depleción de glutation, el cianuro y las radiaciones ionizantes. La melatonina es muy efectiva para proteger el ADN, ARN, lípidos de membrana y proteínas citosólicas frente al daño oxidativo, aumentando la fluidez de membrana.
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