La contaminación por filtros UV se refiere a la liberación de sustancias químicas provenientes de los filtros solares o protectores solares utilizados en productos cosméticos. Estos filtros UV están diseñados para proteger la piel de los dañinos rayos ultravioleta del sol, pero algunos de ellos pueden tener impactos negativos en el medio ambiente acuático, especialmente cuando se utilizan en grandes cantidades y se lavan en el agua.
Cuando las personas nadan o se bañan en cuerpos de agua después de aplicar protectores solares, los filtros UV pueden desprenderse de la piel y terminar en el agua. Algunos de estos compuestos pueden ser tóxicos para los organismos acuáticos y tener efectos adversos en los ecosistemas marinos, como la decoloración de los corales y la alteración hormonal en los organismos marinos.
Es importante destacar que no todos los filtros UV son igualmente dañinos para el medio ambiente, y muchos países y organizaciones están trabajando en la identificación y promoción de filtros solares más seguros y respetuosos con el medio ambiente. Además, existen alternativas más sostenibles, como los filtros UV físicos que contienen ingredientes minerales como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, que no se consideran dañinos para los ecosistemas acuáticos.