Al igual que otros productos, la estabilidad de las formulaciones cosméticas debe adaptarse al período de uso esperado por parte del consumidor, así como a las necesidades del usuario
Es importante garantizar la calidad del producto prestando atención al tiempo necesario para distribuir el producto y al período de uso real.
¿Qué le da estabilidad al cosmético?
Los factores que intervienen en la estabilidad de los cosméticos son:
Estabilidad Física: Se refiere a la capacidad del producto para mantener su consistencia, apariencia y textura inicial. Evita la separación de fases, la coagulación o la licuación de geles.
Estabilidad Química: Implica evitar reacciones químicas inesperadas entre los ingredientes. Se busca que los componentes no se degraden o reaccionen entre sí.
Estabilidad Microbiológica: Controla la carga microbiana para evitar el crecimiento descontrolado de microorganismos. Esto afecta la calidad y salubridad del producto.
Factores que influyen en la estabilidad de las formulaciones cosméticas
La estabilidad de un producto se afecta por cada uno de los ingredientes, por variables relacionadas con la formulación, el proceso de fabricación, el material de acondicionamiento y por las condiciones ambientales y de transporte. De acuerdo con el origen, las alteraciones pueden ser clasificadas como:
Factores extrinsecos
Se refiere a los factores externos a los que el producto terminado o sus componentes están expuestos durante su manufactura y almacenamiento. Entre estos se tienen:
- Temperatura ambiental
- Humedad relativa ambiental
- Intensidad de luz
- Aireación (Oxígeno, Anhídrido Carbónico y otros gases)
- Otras radiaciones
- Vibraciones y efectos mecánicos sobre el producto
- Microorganismos
- Mal uso del producto
Factores intrínsecos
Se refiere a los factores externos a los que el producto terminado o sus componentes están expuestos durante su manufactura y almacenamiento. Son factores relacionados con la propia naturaleza de las formulaciones. Sobre todo provienen de la interacción de los ingredientes entre sí y con el material de envase y acondicionamiento. En ocasiones pueden ser visualizadas a simple vista por el consumidor, por ejemplo:
- Incompatibilidad física: precipitaciones, cristalizaciones, separaciones de fases, agrietamientos, entre otros
- Reacciones de oxidación – reducción: cambios de color, apariencia, entre otros
- Reacciones de hidrólisis: cambios en la apariencia
- Reacciones de compatibilidad con el material de envase: cambios de color o migración de color del envase al producto.
Problemas de estabilidad de las formulaciones cosméticas
La separación de fases es el problema más frecuente a la hora de desarrollar emulsiones en cosmética. Hay diferentes tipos:
- Cremado (Creaming): es un proceso causado por la acción de la gravedad que provoca que la fase interna se concentre en la parte superior. Varía por tanto la concentración de las gotas en las distintas partes del producto pero no así la distribución de tamaño de las mismas.
- Sedimentación: proceso de iguales características al creaming con la diferencia de que en este caso será la fase externa la que se concentre en la parte superior, quedando la interna sedimentada. Este proceso es provocado, de igual modo, por la acción de la gravedad. Tampoco variará la distribución de tamaño de las gotas que componen la emulsión.
- Floculación: se trata de la adhesión de las gotas entre sí sin llegar a fusionarse. Como en los casos anteriores tampoco habrá una variación en la distribución de tamaño de las gotas.
- Coalescencia: es la fusión de varias gotas en gotas más grandes provocando así la eliminación de una parte de la interfase líquido/líquido. Es un cambio irreversible que necesitaría un aporte de energía extra para recuperar las características originales.
- Inversión de fases: este proceso ocurre cuando una emulsión O/W se transforma en una emulsión W/O. También es un fenómeno irreversible y tendremos que reformular el producto.
Pruebas de estabilidad de cosméticos
El propósito de las pruebas de estabilidad de productos cosméticos es garantizar que un producto nuevo o modificado cumpla con los estándares de calidad física, química y microbiológica previstos. Además de la funcionalidad y la estética cuando se almacena en condiciones adecuadas. Debido a que el ciclo de desarrollo de productos cosméticos es relativamente corto, cada fabricante debe diseñar su propio programa de pruebas de estabilidad. Esta debe ser económicamente razonable y abordar de manera eficiente las pruebas requeridas.
Las pruebas de estabilidad pueden realizarse en tiempo real o en condiciones aceleradas. Deben abordar la estabilidad de un producto en condiciones apropiadas de almacenamiento, transporte y uso. Básicamente, existen tres formas de pruebas de estabilidad:
- Pruebas de estabilidad física/química
- Pruebas de estabilidad microbiológica
- Pruebas de estabilidad del embalaje
Según la International Federation of Societies of Cosmetic Chemists – IFSCC, la prueba de estabilidad es considerada un procedimiento predictivo, basado en datos obtenidos de productos almacenados en condiciones que buscan acelerar alteraciones posibles de suceder en las condiciones de mercado. Como en todo procedimiento predictivo los resultados no son absolutos, pero tienen probabilidad de suceder.