Los químicos disruptores endocrinos pueden imitar, bloquear o interferir con las hormonas del cuerpo. Estos químicos están asociados con una amplia gama de problemas de salud.
Las glándulas endocrinas, distribuidas por todo el cuerpo, producen hormonas que actúan como moléculas de señalización después de su liberación al sistema circulatorio. Las hormonas actúan en cantidades extremadamente pequeñas y alteraciones menores en esos niveles pueden causar efectos biológicos y de desarrollo significativos.
Los disruptores endocrinos se encuentran en muchos productos cotidianos, incluidos algunos cosméticos, envases de alimentos y bebidas, juguetes, alfombras y pesticidas. Algunas sustancias químicas que actúan como retardantes de llama también pueden ser disruptores endocrinos. El contacto con estas sustancias químicas puede ocurrir a través del aire, la dieta, la piel y el agua. Los EDC no se pueden evitar ni eliminar por completo; sin embargo, puede tomar decisiones informadas para reducir la exposición y el riesgo de posibles efectos sobre la salud.
Según la Sociedad Endocrina, hay casi 85.000 sustancias químicas fabricadas por el hombre en el mundo, y 1.000 o más de ellas podrían ser disruptores endocrinos, según sus propiedades únicas. Los siguientes se encuentran entre los más comunes y mejor estudiados.
- La atrazina es uno de los herbicidas más utilizados en el mundo y se utiliza a menudo para controlar las malas hierbas en los cultivos de maíz, sorgo y caña de azúcar.
- El bisfenol A (BPA) se utiliza para fabricar plásticos de policarbonato y resinas epoxi. Se utiliza en fabricación, envasado de alimentos, juguetes y otras aplicaciones. Se pueden encontrar resinas de BPA en el revestimiento de algunos alimentos y bebidas enlatadas.
- Las dioxinas son un subproducto de ciertos procesos de fabricación, como la producción de herbicidas y el blanqueo de papel. Pueden liberarse al aire por la quema de residuos y los incendios forestales.
- El perclorato es una sal incolora fabricada y utilizada como producto químico industrial para fabricar cohetes, explosivos y fuegos artificiales, que se puede encontrar en algunas aguas subterráneas.
- Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son un gran grupo de sustancias químicas que se utilizan ampliamente en aplicaciones industriales, como espuma contra incendios, sartenes antiadherentes, papel y revestimientos textiles.
- Los ftalatos son un gran grupo de compuestos utilizados como plastificantes líquidos. Se encuentran en cientos de productos, incluidos algunos envases de alimentos, cosméticos, fragancias, juguetes para niños y tubos para dispositivos médicos. Los cosméticos que pueden contener ftalatos incluyen esmalte de uñas, laca para el cabello, loción para después del afeitado, limpiador y champú.
- Los fitoestrógenos son sustancias naturales con actividad similar a la de las hormonas que se encuentran en algunas plantas; pueden tener un efecto similar al estrógeno producido por el cuerpo. Los alimentos de soja, por ejemplo, contienen fitoestrógenos.
- Los éteres de difenilo polibromados (PBDE) se utilizan para fabricar retardadores de llama para productos como espuma para muebles y alfombras.
- Los bifenilos policlorados (PCB)se utilizaron para fabricar equipos eléctricos, como transformadores, y se encuentran en fluidos hidráulicos, fluidos de transferencia de calor, lubricantes y plastificantes. Los PCB se produjeron en masa en todo el mundo hasta que fueron prohibidos en 1979.
- El triclosán es un ingrediente que se agregaba anteriormente a algunos productos antimicrobianos y de cuidado personal, como jabones y jabones líquidos para el cuerpo.
Los disruptores endocrinos en cosmética son sustancias químicas externas al organismo, pero presentes como ingredientes en muchos cosméticos hoy en día. Una vez en su interior, modifican las señales hormonales.
Se podría decir que estos contaminantes “hackean” o interfieren con los mensajes hormonales. A veces los potencian, a veces los interrumpen, modulando y modificando así el importante papel de las hormonas. Esta situación es grave, ya que las hormonas juegan un papel muy importante en el estado de nuestra piel y en nuestra salud general.
Cuando aplicamos una crema convencional de una marca que utiliza “disruptores endocrinos”, lo que hacemos es depositar en nuestra piel, y por tanto, en la circulación sanguínea, una serie de elementos tóxicos que interferirán con la buen funcionamiento y orden interno de nuestro organismo.
El hecho de que los disruptores endocrinos potencien o inhiban la función de determinadas hormonas tiene un impacto directo en nuestro sistema endocrino. Además, su efecto es acumulativo, lamentablemente irreversible y puede incluso transmitirse de generación en generación.
Para evitar este tipo de problemas se debe tratar de evitar los envases de plástico, utilizar protectores solares 100% minerales con certificación orgánica y comprar cosmética orgánica certificada libre de perfumes y conservantes alergénicos.
Además, en lo posible evitar productos con aromas o perfumes que no estén basados en aceites esenciales orgánicos específicamente descritos en la lista INCI.
Talco con triclosan
Triclosán es el ingrediente activo antiséptico más común utilizado en varios tipos de jabón. Así mismo se añade a los diversos productos de cuidado personal y cosméticos. Esto con el objetivo de prevenir la contaminación bacteriana y el crecimiento de la misma.
El uso de estos productos contiene de 0.1 a 0.3% del compuesto, se absorbe a través de la mucosa, piel, boca y tracto gastrointestinal. Después de su absorción, triclosán no es permanente como triclosán libre y sus compuestos; se elimina dentro de 24 horas. El uso de triclosán sigue siendo controvertido porque se ha informado de varios efectos adversos incluyendo alergias, resistencia a los antibióticos, alteraciones endocrinas, toxicidad aguda-crónica y la bioacumulación. Incluso se han identificado sustancias cancerígenas.
Con base en la información actual disponible, no es posible cuantificar el riesgo de desarrollar resistencia antimicrobiana inducida por aplicaciones de triclosán, incluyendo su uso en la cosmética. Sin embargo, hay concentraciones ambientales suficientemente altas en múltiples y distintas áreas geográficas que sugieren que la resistencia también podría ocurrir en el medio ambiente. El uso de triclosán contribuye a esas altas concentraciones ambientales, pero en la actualidad no es posible identificarlo ni cuantificarlo correctamente.
La conclusión de la evaluación realizada por el Comité Científico de la Unión Europea en productos de consumo (CCPC) que contienen triclosán fue que aunque su uso a una concentración máxima de 0.3% se considera seguro desde el punto de vista toxicológico en productos de higiene personal, la magnitud de la exposición agregada a triclosán de todos los productos cosméticos no lo es.
Cualquier uso adicional de triclosán a esta concentración en polvos faciales y correctores de manchas se considera seguro, pero en otros productos de aplicación y enjuagues bucales no es recomendable para el consumidor debido a la alta exposición resultante. La exposición por inhalación de triclosán no se ha evaluado en productos en aerosol.
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