Enjuague bucal con cloruro de cetilpiridinio ¿Es eficiente?

El cloruro de cetilpiridinio, un compuesto de amonio cuaternario, se usa con frecuencia en las prácticas dentales dentro de diferentes enjuagues bucales y dentífricos

Los enjuagues bucales se utilizan actualmente como complemento de los procedimientos de higiene bucal, del cepillado dental e interdental, para prevenir/reducir la gingivitis. Una revisión reciente demostró que el uso complementario de enjuagues bucales antimicrobianos para la higiene bucal reduce la acumulación de placa y la aparición de gingivitis en un 30 % y un 20 %, respectivamente.

Cloruro de cetilpiridino

El cloruro de cetilpiridinio posee una acción antimicrobiana que se correlaciona con la hidrofobicidad de la cadena lateral, y con su capacidad de dañar la membrana celular. Esto fecta el crecimiento de bacterias Gram-positivas y Gram-negativas. También mostró una notable acción antibiopelícula contra las formaciones de biopelículas resistentes a la meticilina de Staphylococcus aureus, Streptococcus mutans y Veillonella parvula.

La homeostasis de la cavidad bucal se ve afectada por los microorganismos y sus productos. Diferentes especies microbianas son responsables de causar caries dental, formación de placa, gingivitis, periodontitis y enfermedades de los tejidos blandos orales. Por lo tanto, el uso de colutorios podría representar una ayuda para la prevención de estas enfermedades bucodentales.

Principales microorganismos de la cavidad bucal

Varias clases de microorganismos se encuentran en la cavidad oral, aislados de infecciones endodónticas, enfermedades periodontales, estomatitis protésica y otras complicaciones y enfermedades orales.

E. faecalis

Esta una bacteria Gram-positiva, es responsable de enfermedades endodónticas y es una de las especies más involucradas en patologías refractarias. Es capaz de producir biopelícula, invadir los túbulos dentinarios y desarrollar una monoinfección. Además de ser capaz de resistir los desinfectantes e irrigantes endodónticos y tener la capacidad de sobrevivir durante largos períodos. P. aeruginosa, una bacteria Gram-negativa, también ha sido aislada en el conducto radicular, con una alta prevalencia en las cavidades orales de pacientes hospitalizados. Tiene una alta virulencia y es responsable de la infección persistente debido a su resistencia a los antibióticos y su notable capacidad para formar una biopelícula.

P. aeruginosa

Es móvil y, en consecuencia, ha mostrado una mayor capacidad para filtrar la interfaz implante/pilar en comparación con otras especies bacterianas.

C. albicans

Es una levadura, es un microorganismo oral comensal que no causa problemas en individuos sanos, pero puede convertirse en un patógeno oportunista. Puede producir diferentes enfermedades, como la estomatitis protésica, y está implicada en el fracaso de los implantes dentales. Debido a su hidrofobicidad en la superficie celular, tiene una notable capacidad para adherirse a superficies inertes, como restauraciones dentales, bases de prótesis acrílicas y aparatos metálicos de ortodoncia, lo que provoca una predisposición a infecciones orales.

Uso de enjuagues bucales y su actividad antimicrobiana

De acuerdo con la literatura, los pacientes con gingivitis que practican higiene oral mecánica y usan enjuague bucal experimentan puntuaciones significativamente más bajas de placa y gingivitis. Además, el uso de enjuagues bucales reduce la profundidad de sondaje en pacientes con periodontitis crónica.

El uso a largo plazo de antisépticos puede producir una resistencia in vivo, debido a la exposición a concentraciones subletales que ha surgido durante el último siglo. La resistencia a los antimicrobianos es la principal causa del fracaso de los tratamientos tradicionales. La cavidad bucal es un entorno propicio para la transferencia horizontal de genes debido a la proximidad de las bacterias en la placa y la disponibilidad de ADN exógeno que pasa a través de la cavidad bucal. Por ello, es importante controlar y prevenir la infección asociada a microorganismos resistentes.

El mercado está ampliamente abastecido de varios tipos de enjuagues bucales, que contienen porcentajes muy similares o iguales de clorhexidina y cetilpiridinio. Sin embargo, ¿es seguro que las mismas concentraciones de los principios activos determinarán la misma actividad antibacteriana y antifúngica? En un estudio in vitro del Departamento de Farmacia, Universidad de Chieti, Italia , se evaluó y comparó la actividad antimicrobiana de enjuagues bucales comerciales.

Los resultados obtenidos sugieren que, aunque la presencia de cloruro de cetilpiridinio en diferentes concentraciones proporciona una acción antimicrobiana eficaz, las moléculas adicionales en la composición del enjuague bucal pueden potenciar o disminuir significativamente su eficacia.

Una higiene bucal regular y correcta, con la adición de colutorios adecuados, en cuanto a sus concentraciones y eficacia frente a los microorganismos resistentes, puede considerarse una solución real para el control y prevención de las infecciones de la cavidad bucal.