Si bien la cosmética ecológica comenzó a ser tendencia hace tiempo, durante la pandemia el sector de la belleza y el cuidado de la piel tuvo que reinventarse para responder rápidamente a las nuevas necesidades y demandas de un mercado imprevisible y atento. El desafío más significativo era encontrar un punto de equilibrio entre lo “natural” y la “química cosmética”. Actualmente, las palabras clave de la cosmética son “sostenibilidad”, “natural / orgánico”, “cuidado”, “ética”, “e-comerce”, “belleza social”, “personalización” y “seguridad”.
Cosmética verde
La cosmética ecológica o “verde” puede considerarse como tal si su formulación contiene ingredientes activos derivados de plantas y no ingredientes activos análogos reproducidos químicamente en el laboratorio. Es mejor si se produce de forma eco-sostenible a través de métodos de procesamiento que respetan la naturaleza y las plantas de acuerdo con los cultivos. Es recomendable cultivar en terrenos cercanos a la producción laboratorios o viajar con medios de transporte sostenibles para reducir el impacto ambiental.
No todos los productos ecológicos son iguales. Es necesario distinguir entre ingredientes naturales, origen natural e ingredientes orgánicos. Los ingredientes naturales son sustancias que no son procesadas. Los ingredientes de origen natural son sustancias del reino mineral o animal, procesados químicamente o combinados con otros ingredientes, excluidos los ingredientes derivados del petróleo y combustibles fósiles. Ingredientes orgánicos utilizan materias primas de origen natural, que han pasado por un proceso de transformación posterior sencillo, con la mínima intervención de aditivos o transformaciones químicas; y que han utilizado únicamente aquellos procesos que no son perjudiciales para el medio ambiente.
Regulación de productos en cosmética ecológica
De acuerdo a las pautas del Programa Nacional Orgánico del USDA (NOP), los ingredientes orgánicos son subposturas obtenidas por métodos agrícolas mecánicos, físicos o biológicos
en la mayor medida posible. En la actualidad todavía no existe un reglamento oficial que tenga una definición precisa sobre cómo aplicar las palabras “orgánico” y “natural” a los productos cosméticos.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos regula “orgánico” mediante el Programa Orgánico Nacional (NOP), una parte del Servicio de Mercadeo Agrícola del USDA. Por lo tanto, solo los cosméticos que contienen o están compuestos de ingredientes agrícolas pueden cumplir con la producción orgánica del USDA / NOP ; y pueden estar certificados bajo las regulaciones NOP.
Las preferencias se pueden aplicar a productos orgánicos certificados, incluidos los cosméticos orgánicos certificados:
- 100 por ciento orgánico (se producen con ingredientes 100% orgánicos certificados)
- Orgánico (pueden contener hasta un 5% como máximo de productos no orgánicos, excluyendo agua y sal)
- “Hecho con” (se producen con un mínimo del 70% de ingredientes orgánicos certificados, excluyendo agua y sal)
- Ingredientes orgánicos específicos (contienen una combinación de sustancias orgánicas e inorgánicas).
En Europa, este mercado está regulado por la ISO (Organización internacional de Normalización) que emitió la norma ISO 16128 (noviembre de 2016), un nuevo conjunto de directrices para cualquier producto en el mercado europeo que afirme ser natural / orgánico. Los Reglamentos de la UE EC 1223/2009 y EU 655/2013, requieren que cada declaración en una etiqueta debe estar respaldada por pruebas adecuadas y verificables.
Tecnología de cultivo de células vegetales
El aumento del interés de los consumidores por los productos naturales determinó el uso de extractos de plantas aromáticas, herbales y medicinales como ingredientes activos en cosmecéuticos y formulaciones de nutricosméticos. Contienen moléculas biológicamente activas (p. Ej., Ácido fenólico, polifenoles, triterpenos, estilbenos, flavonoides, esteroides, saponinas esteroides, carotenos, carotenoides, esteroles, ácidos grasos, azúcares, polisacáridos, péptidos, etc.).
Los extractos también se obtienen de algas, hongos, subproductos de origen vegetal, y tecnología de cultivo de células vegetales. Esta última es una tecnología natural y adecuada utilizada
para elaborar ingredientes para el cuidado del cabello, el maquillaje, el cuidado de la piel y suplementos. El explante es el tejido estable utilizado para iniciar un cultivo celular. Las células de la superficie del explante crecen en volumen, se dividen, desdiferencian y forman una masa llamada callo. In vitro, el callo podría ser sostenido por tiempo ilimitado usando el medio de crecimiento correcto. En un medio líquido, las células constituyen un cultivo suspendido de rápido crecimiento de células individuales o pequeños grupos de células.
El cultivo de células vegetales para producir ingredientes de alto valor (metabolitos secundarios) en condiciones controladas tiene la ventaja de madurar en una planta completa a través de la embriogénesis, reproduciéndose mediante el uso de biorreactores independientes. Produciendo así un alto nivel de fitoquímicos que parten de la biomasa en un período corto, aumentando el rendimiento.
Los extractos cosméticos de cultivos de células vegetales cumplen con requerimientos de seguridad del mercado ya que están libres de patógenos, contaminantes y residuos agroquímicos, que a menudo contaminan. Los extractos de plantas rara vez contienen compuestos tóxicos y alérgenos potenciales de las plantas, que los sintetizan para defenderse del ataque de patógenos y plagas.
Fitoquímicos y vitaminas con potencial antioxidante
El metabolismo secundario de las plantas produce moléculas (fitoquímicos) que pueden defenderlas del ataque de agentes atmosféricos, microbios y plagas. Algunos de estos (p. Ej. ácido fenólico, polifenoles, sulfóxidos de cisteína, carotenoides) pueden reaccionar con radicales libres para formar especies químicas estables en humanos y animales. Los fitoquímicos tienen una amplia variedad de efectos biológicos (por ejemplo, fotoprotector, antienvejecimiento, antiinflamatorio, antibacteriano, efectos renales, antivirales y anticancerígenos) beneficiosos para nuestro bienestar.
Algunas vitaminas (p. Ej.,E, C y A) tienen potencial antioxidante y capacidades para el cuidado de la piel. La vitamina C regula la síntesis de colágeno. En el caso de la vitamina E, ésta es activa para neutralizar los radicales libres y suavizar la piel. La vitamina A controla la producción de nuevas células cutáneas y aumenta la producción de colágeno, minimizando quemaduras, cicatrices y estrías.
Futuras aplicaciones y beneficios de la cosmética ecológica
Una correlación significativa entre la ingesta de complementos alimenticios y el bienestar de la piel se informa en la literatura. Desafortunadamente, en la actualidad, no hay una legislación específica que regule su uso como cosmética. Si bien se han realizado muchos esfuerzos para mejorar el acceso a ingredientes activos a los sitios de uso en nuestro cuerpo a través de portadores que mejoran su biodisponibilidad, no existen métodos oficiales o validados que nos permitan identificar y dosificar todos los los ingredientes activos obtenidos de los alimentos.
Un conocimiento preciso de esta información permitiría maximizar los efectos cosméticos, reducir las reacciones adversas y, sobre todo, ayudar a los legisladores a formular reglas para el uso de bioactivos de origen alimentario en productos cosméticos.
