Dado que la contaminación bacteriana supone una preocupación importante para los usuarios, el Comité Científico Europeo de Productos de Consumo (SCCP) establece especificaciones en los productos cosméticos terminados. El control microbiológico apropiado de los productos cosméticos está regulado por las normas ISO (Organización Internacional de Normalización).
Todos los productos cosméticos colocados en el mercado se producen de acuerdo con las Buenas Prácticas de Fabricación (GMP), lo que significa que los cosméticos se prueban para determinar sus propiedades microbiológicas, físicas y químicas para garantizar su seguridad y calidad.
Aunque se añaden conservantes a las formulaciones cosméticas para evitar la contaminación bacteriana, se reconoce que estos productos son sustratos adecuados para el crecimiento y la supervivencia de una gran variedad de microorganismos. Esto es ya que poseen algunos de los nutrientes que facilitan el crecimiento, como el agua, los lípidos y los polisacáridos. Además de alcoholes, proteínas, aminoácidos, glucósidos, péptidos y vitaminas. Las condiciones de almacenamiento inadecuadas, como altas temperaturas o humedad pueden favorecer el crecimiento microbiano no deseado en las formulaciones.
Determinación microbiana actual
La mayoría de las técnicas empleadas para detectar bacterias en los cosméticos se basan en el recuento de UFC. Aunque emplean materiales de bajo costo, son laboriosas y requieren varios pasos, que requieren mucho tiempo (hasta 72 h). Además, por a la amplia variedad de cosméticos disponibles, tales métodos no son adecuados para varios tipos de productos, como los no miscibles con agua.
La tendencia actual en la determinación microbiana es hacia pruebas bioquímicas, como las basadas en el Índice de Perfil Analítico (API), una versión miniaturizada de las técnicas existentes. En resumen, se basa en pozos que contienen sustratos deshidratados para detectar la actividad enzimática. Esta generalmente está relacionada con la fermentación de carbohidratos o el catabolismo de proteínas o aminoácidos por parte de los organismos inoculados. Se utiliza una suspensión bacteriana para rehidratar cada uno de los pocillos, y se incuban. Durante la incubación, el metabolismo produce cambios de color que son espontáneos o revelados por la adición de reactivos. Sin embargo, este enfoque permite la identificación de un número limitado de Enterobacteriaceae Gram negativas o no Enterobacteriaceae.
Compuestos orgánicos volátiles microbianos
Las bacterias producen compuestos orgánicos volátiles microbianos (MVOC), que se forman durante los procesos metabólicos bacterianos. Aunque su formación se ve muy afectada por el sustrato, el pH, la humedad y la temperatura, aproximadamente 2000 compuestos orgánicos volátiles de microorganismos ya se han identificado como MVOC. Para su monitoreo, la combinación de microextracción en fase sólida (SPME) con cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS) es una opción muy adecuada. Ya que SPME permite una extracción in situ y la preconcentración de los MVOC en un solo paso; mientras que GC-MS proporciona la sensibilidad y la selectividad necesarias para una identificación inequívoca de los MVOC extraídos.
Estudio de contaminación bacteriana
En un estudio realizado por el Departamento de Química Analítica, Nutrición y Ciencias de los Alimentos, Universidade de Santiago de Compostela se utilizó la técnica de microextracción en fase sólida de cromatografía de gases-espectrometría de masas (SPME-GC-MS) para identificar compuestos orgánicos volátiles microbianos (MVOC) derivados de la actividad enzimática producida durante los procesos metabólicos utilizando pruebas bioquímicas del índice de perfil analítico (API). Fueron inoculados e incubados a componentes API y cosméticos reales, así como a una mezcla de ellos.
Se incluyeron tres especies bacterianas gramnegativas diferentes de diferentes géneros en este estudio: Escherichia coli , Proteus mirabilis y Pseudomonas aeruginosa .
Escherichia coli es probablemente la bacteria más estudiada y utilizada experimentalmente. Se considera como un indicador de contaminación fecal, y su presencia en cosméticos está asociada con malas condiciones de higiene durante la fabricación y / o el envasado del producto. Proteus mirabilis es uno de los más resistentes a los antibióticos, ya que puede transformar la urea en NH 3 para alcalinizar el medio que permanece vivo. Su presencia en un cosmético indicaría la contaminación de una materia prima o el uso de agua que contiene altos niveles de contaminación. Finalmente, Pseudomonas aeruginosa se incluyó en este trabajo ya que es el más detectado en cosméticos, especialmente en productos para los ojos. Es la causa de la mayoría de los retiros de productos cosméticos, y su presencia se atribuye tanto a los procesos de fabricación como a la manipulación del consumidor
Tendencias futuras
La combinación API-SPME-GC-MS demostró ser una técnica prometedora para la identificación de la presencia microbiana en cosméticos. Permitió la identificación de varios MVOC como marcadores específicos para cada una de las bacterias estudiadas. Los resultados demuestran que la formación de MVOC depende en gran medida del sustrato. De esta manera, para establecer una relación entre el MVOC formado y el compuesto original presente en el sustrato, se requerirá un análisis adicional. Estos experimentos mostraron que el uso de SPME-GC-MS es una herramienta rápida, robusta y muy valiosa para complementar las pruebas bioquímicas API para evaluar la presencia de contaminación microbiana en cosméticos.
En otros experimentos, el enfoque propuesto puede complementarse con otras técnicas de microextracción amigables con el medio ambiente. Como ejemplo la dispersión de micro-matriz en fase sólida (µ-MSPD), para detectar otros metabolitos no volátiles generados por bacterias en cosméticos. Así se podrá contribuir al desarrollo de metodologías para la detección temprana de la contaminación bacteriana en cosméticos para garantizar la seguridad del producto y, por extensión, la seguridad del consumidor.