La toxina botulínica (Botox) es una droga hecha de una toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum . En grandes cantidades, esta toxina puede causar botulismo, una enfermedad que afecta los nervios.
Botox consta de 7 tipos de neurotoxinas; sin embargo, solo las toxinas A y B se usan clínicamente. Botox A se usa para varios trastornos en el campo de la medicina, particularmente en dermatología, con fines cosméticos. El primer tipo de Botox introducido en el mercado fue la toxina de onabotulinum A. En 2002, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recomendó que la Administración de Drogas y Alimentos lo utilizara como un tratamiento cosmético.
Mecanismo de acción del Botox
El mecanismo de acción de Botox incluye los siguientes cuatro pasos principales:
- El primer paso es la unión de la toxina a receptores específicos en la superficie de las células presinápticas.
- El segundo paso es la internalización, que es un proceso endocítico mediado por receptor dependiente de energía.
- El tercer paso es la translocación.
- El último paso es el bloqueo. Inhibe la liberación de acetilcolina al escindir la proteína citoplasmática (SNAP-25) necesaria para el acoplamiento de las vesículas de acetilcolina en el lado interno de la membrana nerviosa del terminal nervioso.
Después de la inyección, la toxina se difunde en el tejido hasta que se une de forma selectiva y reversible en el terminal presináptico de la unión neuromuscular y luego se une a la membrana proteica específica responsable de la excreción de acetilcolina.
Efectos en la piel grasa del Botox
Las inyecciones de Botox se pueden usar para tratar las líneas de expresión, arrugas alrededor de los labios , bandas platismales en el cuello, estrabismo, blefaroespasmo, distonía cervical, hiperhidrosis y sinquinesis después de una cirugía facial. Además para tratar la piel grasa ,poros dilatados, acné y dermatitis seborreica.
Estudios han sugerido que la inyección intradérmica de Botox A disminuyó la producción de sebo y el tamaño de los poros. Esto se dio posiblemente a través de su bloqueo de la señalización colinérgica y sus efectos neuromoduladores. Además, este tratamiento alcanzó una alta satisfacción del paciente sin efectos secundarios significativos.
El mecanismo de acción de la toxina en la producción de sebo aún no está completamente aclarado, pero los estudios indican que las glándulas sebáceas expresan receptores nicotínicos de acetilcolina, tanto en sebocitos maduros e inmaduros. Por lo tanto, la toxina actuaría bloqueando esta acción.
Botox A actuaría evitando la liberación del neurotransmisor.
Otros estudios demuestran la efectividad de la toxina para disminuir el tamaño y la función de las glándulas sebáceas.
La toxina botulínica tipo A demuestra ventajas en uso para tratamiento de pieles grasas y prevención de sus consecuencias, teniendo menos efectos adversos que las otras terapias presentadas, de uso común, y revela tener buena efectividad.
Además, los efectos beneficiosos de la toxina se Botox facilitando la continuidad del tratamiento.