La sensibilidad química múltiple se incluye actualmente en la definición más amplia de intolerancia ambiental idiopática (IEI). También incluye factores de riesgo físicos como los campos electromagnéticos. Es una enfermedad compleja, un trastorno multisistémico que se manifiesta como resultado de la exposición a diversos contaminantes ambientales (solventes, hidrocarburos, organofosforados, metales pesados) en concentraciones por debajo del “valor límite umbral” (TLV) que se consideran dosis tóxicas para el general población .
Algunas personas se enferman después de la exposición a una amplia gama de sustancias, ya sea relacionadas con el trabajo, o, en términos generales, ambientales, en concentraciones inferiores a las consideradas tóxicas para la mayoría de las personas.
Diversas son las etapas de la enfermedad, en un principio hay tolerancia a los compuestos, luego sensibilizacion a los mismos. Seguido de inflamación y un deterioro en el cual esta inflamación crónica puede llevar a daño de tejidos y órganos.
La mayoría de los productos químicos implicados son contaminantes ambientales comunes, por ese motivo es prácticamente imposible evitarlos por completo. Por lo tanto, las personas que tienen la enfermedad serán, según la etapa alcanzada, más vulnerables que la población en general.
Opciones Naturales
La cosmética natural es una alternativa a los cosméticos convencionales que se encuentran masivamente en el mercado para los que padecen Sensibilidad Química Múltiple. También para los alérgicos, asmáticos, personas con problemas de piel, como dermatitis o psoriasis, y para cualquier persona que esté interesada en cuidar su salud, ya que la mayoría de los cosméticos convencionales pueden contener tóxicos.
Las personas con SQM deben utilizar cosméticos libres de perfumes y conservantes artificiales. Los aceites minerales deben sustituirse por aceites vegetales, que pueden ser provenientes de la agricultura ecológica. No deben utilizar productos con SLS ni parabenos.
Aplicaciones útiles
Existen aplicaciones para móviles que analizan los ingredientes de los productos de alimentación y cosmética, y califican su composición a nivel de calidad y de peligrosidad.
Numerosas apps para móvil hacen que la tarea de búsqueda sea más rápida y fácil. Cubren distintos aspectos y grupos de productos.
El funcionamiento de todas ellas es similar. El primer paso es escanear el código del producto e instantáneamente aportan la información que sobre el mismo tienen en su base de datos. Se visualiza en la pantalla del móvil las características del producto, lista de ingredientes, y una valoración derivada de la información. Esta información nos permite tener criterio para seleccionar la alternativa más sana.
